Club de Luchas Chimbesque
Luchando por la tradición

La lucha de un pueblo

Una historia de identidad y de orgullo, de cómo el Club de Luchas Chimbesque se sobrepuso incluso a los mejores años de su historia desde la humildad y unión de doce sanmigueleros durante la temporada del año 2000 en Segunda categoría.

Antecedentes

Parri II lideró al CL Chimbesque durante unos brillantes años en los que se logró
marcar rápidamente la plaza de San Miguel de Abona en el mapa de la élite del deporte vernáculo. Tan solo seis años después de la fundación del club (1983), el terrero de la calle La Constitución se quedó pequeño para presenciar cómo se conquistaba la regional del 89.

Parri II, sinónimo de éxito en San Miguel de Abona. FOTO: Archivo.

Dos años después, en 1991, cuando un luchador como José María González se despide, inevitablemente, queda atrás una época que siempre deja alguna sombra. En este caso, esas huellas de gloria se tradujeron en un periplo de diez años en los que el club chasnero estuvo alejado de la máxima categoría. Un periodo de transición por la Segunda en el que el club rozó la desaparición en 1999.

Pero, después de algunas conversaciones, Ángel Rivero, que también ejerció de mandador en la temporada 1995, dejó la Federación Tinerfeña para hacerse cargo del CL Chimbesque como presidente y preparador, conformando un equipo de Tercera categoría encabezado por los luchadores Cristo León y ‘Rápido IV’.

Casi diez años con una misma dinámica de resultados y participaciones testimoniales sobre la arena (salvo el subcampeonato de Liga logrado en 1995), y junto con un amago de cierre de puertas, llegó una nueva temporada, el año 2000 y, más que nunca, la identidad de ‘la gente de aquí’.

Identidad y cantera: “La gente de aquí”

Cuando Miguel Yanes declaró que le gustaban los retos en una entrevista al Diario de Avisos el 10 de enero del 2000 no podía saber, naturalmente, lo que iba a suponer dicha temporada tanto para el Club de Luchas Chimbesque como para él mismo. El bregador sanmiguelero volvía a la arena de su pueblo tras su paso por el Productos del Hierro en Primera categoría. Regresaba a casa un Destacado A que lideraría al equipo no solo en el foso, sino en los despachos:
“Esa campaña fue el año de mi vida. Asumí la presidencia y solo me dieron una lucha en contra», afirma Yanes.

Miguel Yanes, único puntal natural de San Miguel que ha liderado la plantilla.
FOTO: Diario de Avisos.


Yanes luchó como nunca. Tanto que alcanzaría la puntalía: «Un auténtico sueño compartido entre la arena de la playa de La Tejita, donde me cambiaba a lo zurdo analizando los vídeos de Pedro Cano y Loreto IV», recuerda. La afición de San Miguel contaría, hasta la fecha, con el único puntal sanmiguelero que ha liderado al CL Chimbesque.

El orgullo de identidad no solo se reflejó en el referente del equipo, sino que se trasladó al resto de la plantilla: “Todos éramos luchadores de San Miguel menos Miguel Delgado y Yayano”, precisa el luchador. “Recuperamos a Quico Torres y armamos un buen elenco para competir en Segunda”.

«Estábamos tanto en los despachos como en la arena»

Además de la experiencia de Torres y el fichaje de Delgado, se unió Juan Fernando Rancel, Fernando Delgado, Víctor Mesa, Fernando Carlos ‘Rápido IV’ y Yayano (natural de El Sobradillo). Todo ello redondeado con Suso García, Tomás González y Cristo León.
Además de Miguel Yanes, varios luchadores ocupaban puestos en la directiva del club. Los propios componentes del equipo acudían a las reuniones de la Federación, organizaban los desplazamientos e, incluso, marcaban la cal del terrero. De esta manera recogía un reportaje del Diario de Avisos con fecha del 13 de agosto del 2000 la estructura y funcionamiento del conjunto chasnero:

“Los de San Miguel son el único equipo en el Archipiélago que tiene los mismos esquemas de funcionamiento que una cooperativa, donde los propios luchadores ejercen de directivos”.

No solo Miguel Yanes luchó una de las mejores campañas de su carrera, también el resto del equipo. Pero, quizás, no solo la proyección de Puntal de Yanes motivó a toda una plantilla, sino también el hecho de que doce luchadores se encontraron repletos de motivos por los que luchar.

El orgullo y el sentimiento de pertenecer, finalmente, se convirtió en el verdadero premio que visibilizó años de trabajo por mantenerse en un ocaso que se alargaba tras la época dorada. Bien por una necesaria supervivencia en un periodo delicado para el club, junto con los valores de cantera que siempre acompañan al Chimbesque, doce bregadores de San Miguel, bien de cuna o de alma, repitieron el
paseillo hasta los pies del terrero durante toda esa dura liga de Segunda categoría.

Piezas periodísticas que recogen el éxito de aquel Chimbesque. FOTO: CLC.

El triunfo de un pueblo

No se han mencionado los resultados, ni si quiera cómo fue aquella temporada del 2000 sobre la arena. Aunque el verdadero triunfo de dicha campaña jamás estuvo en el marcador, el hecho es que fue un éxito inmejorable. El CL Chimbesque solo perdió una lucha en toda la temporada ante el Arguama cuando el otro gran Destacado de la competición, Juan Ramón ‘El Chino’, encaderó a Miguel Yánez en San Miguel.

La revancha llegó en la altura de Igueste (Candelaria) por 8-12. Una noche en la que brilló Cristo León tirando a Cristo Torres, José Castro, Batista y a ‘El Chino’. El sábado 20 de agosto, a las 21:30 horas, se vivió el desempate entre el Arguama y el Club de Luchas Chimbesque. Ambos equipos, que no fallaron más en el resto de encuentros, lucharon por el trono de la Segunda categoría sobre la arena de Tasagaya, en Güímar.

La estrategia dio resultados y, por la mínima, la Liga Cabildo del 2000 demostró el irrefutable compromiso de un grupo de luchadores que convirtieron su lucha en la de todo un pueblo. Y esa es, sin duda, la verdadera victoria.

Vive y comparte la Lucha Canaria